| dc.description.abstract | El avance científico y tecnológico de los años recientes ha conllevado a la innovación en los procesos formativos, en especial en la disminución de brechas de género que promuevan la participación de las mujeres en las disciplinas relacionadas con las ciencias, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas, (STEM por sus siglas en inglés). Se ha observado que en los años recientes se vienen proponiendo iniciativas que permitan contrarrestar los estereotipos de género que conllevan al estudio de estas carreras, particularmente de las ingenierías. Lo mismo ocurre con la poca visibilidad que se da a las mujeres que participan en el área, lo que provoca que no se tengan ejemplos con los cuales otras niñas se inspiren y empoderen para la elección de estas carreras.
Ante esta problemática surge la necesidad de implementar nuevas estrategias y metodologías que puedan ayudar a combatir la enseñanza poco eficiente y motivante de las matemáticas. En ese sentido surgen las siguientes preguntas ¿por qué es importante que las alumnas aprendan a resolver y plantear problemas? ¿de qué forma se puede motivar y generar un aprendizaje significativo sobre la materia? En consonancia, una manera es que las alumnas se enfrenten a desafíos que las hagan cuestionarse cómo deben resolver un problema sujeto a una situación o contexto determinado, acompañado de herramientas simbólicas que permitan que estas sean motivadas y disminuya la dificultad del problema.
En este documento se presentan los resultados iniciales de una metodología STEM, basadas en talleres grupales con niñas entre 10 y 12 años, que busca fortalezca la habilidad para resolver y plantear problemas, potencie el pensamiento lógico-matemático, computacional, la capacidad de análisis y la creatividad a través de un prototipo de videojuego burrpuzzle que pretende motivar y fortalecer el aprendizaje de las alumnas del nivel primaria. | en_US |
